El entrenamiento de operarios es un mecanismo que permite delimitar exactamente cuales son las tareas y la función que le corresponde al trabajador, en el sistema global de producción de bienes y servicios. Por esta razón, el entrenamiento es esencialmente opresor. En el contexto de la producción de alimentos, el entrenamiento de los operarios se reduce a garantizar la calidad individual de los alimentos producidos.
La Educación Popular por el contrario, ayuda a reconocer cual es el papel que el sistema le asignó y mediante qué mecanismos. El trabajador se apropia de los conocimientos y los incorpora a su propia historia. Es el primer paso para el autoreconocimiento y la modificación de las condiciones objetivas de su trabajo. Por esto, la Educación Popular debería ser esencialmente subversiva.
miércoles, 4 de junio de 2008
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